A Daniel Wellington le encantaba combinar sus relojes con correas NATO desgastadas. Nos gustó tanto la idea y la sensación que causaba dicha combinación que quisimos incorporarla a nuestra propia línea de relojes. Nos pareció importante hacer un reloj fino y elegante. Queríamos un diseño limpio, sin demasiadas funciones, que combinase bien con los diferentes estampados y colores de las emblemáticas correas NATO.
Cuando regresó de su viaje, Filip se sentó y comenzó a estudiar diferentes combinaciones que le resultaban atrayentes. Era importante que le gustara el reloj, pues sabía que de otra forma nunca podría venderlo ni estar orgulloso de él.
Poco a poco, el hermoso reloj comenzó a tomar forma. Era fino, elegante y perfectamente redondo. Con una apariencia minimalista y sin demasiadas funciones.
Creemos que su diseño, tradicional y fresco a la vez, combina a la perfección con la colorida correa NATO y con la elegante correa de piel, y resulta atractivo para cualquier persona que valore las piezas clásicas y atemporales.